Ya tengo mis años caninos y he podido observar una conducta normal en los humanos en el cambio de estación.
Arranca el verano, están más en casa, usan chancletas y hablan de gordura y lo malo que es el GYM al que fueron. El otoño se inicia con una sonrisa en decadencia, se habla mucho de plata y trabajo, siempre desde una actitud de optimismo forzado. El invierno se viene con la terapia y las charlas evaluatorias de fármacos y corrientes psicológicas. En esta estación es ideal confiar en la medicina alternativa.
Vomité naranja, hice mis necesidades con mucho olor y traje todas las flores que encontré del patio de los vecinos.
FELIZ PRIMAVERA CANINA!!
juana te amo, si fueras una mujer humana, serías mi novia ideal...
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